Virgen del Buen Aire
Se supone que de Cerdeña pasó este culto a Sevilla, donde existe otra imagen de Nuestra Señora del Buen Aire que es contemplada en el Palacio de San Telmo y otra venerada en la iglesia parroquial de San Bernardo.
Enrique de Gandía afirma: "Don Pedro de Mendoza, como la mayoría de los navegantes andaluces de aquellos tiempos, tenía veneración por Nuestra Señora del Buen Aire y es posible que haya tenido a bordo una imagen de la Virgen como la que existe en el Convento de los Padres Mercedarios de Cagliari. La única que don Pedro de Mendoza pudo traer en su navío y dio su nombre a la actual capital de la Argentina
La de la parroquia de su mismo nombre, Anónima del S. XVIII, venerada anteriormente en el Convento de San Laureano, como Virgen del Rosario, paso a la denominación actual una vez que el Cardenal Bueno Monreal la cede a esta parroquia en los años de 1970, para que le rindan culto bajo esta advocación de la Virgen del Buen Aire.
Una mala negociación con la Junta impidió que viniera la auténtica que se encuentra en el recinto civil ostentoso que se automejoró la Junta en el Palacio de San Telmo.
