Un Belén con buen gusto

     En la plaza de San Francisco, donde fue sede de la antigua Audiencia Provincial, como es ya tradicional, han montado un belén con Buen Gusto, donde, con cierta libre interpretación (incluida banda beduina de música a la americana...), monta una serie de cuadros tradicionales todos concatenados dando forma al Belén. A destacar el detalle de las figuras a esa escala y el recreo de estampas costumbristas que sin ser muy originales, están muy bien elaboradas (por ejemplo véase detalle de los arenques del kiosco de pescado, ...)

También el entorno, este año montado en el patio central, le dan realce. Y si uno se anima, te dan caramelos, chocolatinas y un globito (de aire).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

      El Palacio de la Antigua Audiencia de Sevilla se encuentra en la Plaza de San Francisco. En sus inicios, conocida como Casa Cuadra, era un edificio de pequeñas dimensiones, de dos plantas, con cubiertas de madera y con pocos huecos en la fachada. Su interior, se organizaba en torno a un pequeño patio irregular, y al fondo tenía un corral. Después se fue renovando y ampliando, incorporando fincas en 1421, 1425... Entre 1554 y 1555 se fundó la Real Audiencia, para lo que hubo que construir nuevas dependencias, con el fin de que hubiera dos salas.

      Pero su construcción definitiva se produce entre 1597 y 1606, es coetánea en el tiempo con el Archivo de Indias, pues comparten la misma iconografía, de ahí que se crea que tuvo al mismo arquitecto Alonso de Vandelvira, aparejador de Juan de Minjares y autor del Archivo de Indias.

La Audiencia de Sevilla era un edificio medieval que albergaba la administración de la justicia. En 1525 se modificó su estructura pues se le dieron nuevas ordenanzas, pasando a ser un tribunal de apelación.

     Una cédula de Carlos V, fechada en Valladolid el 16 de julio de 1549, establece las competencias judiciales entre la Audiencia de Sevilla y la Cancillería de Granada.

Su actual fachada es de corte clasicista, aunque sufrió intervenciones en el siglo XIX y XX. Tras el vestíbulo, se abre el amplio patio central de doble planta, en cuya galería baja se muestran lienzos que representan el Apostolado.

     En 1861 el edificio se reedificó y amplió. En 1918 a causa de un incendio, se renovó con un proyecto de Aníbal González, concluyéndose en 1923.